domingo, 6 de febrero de 2011

BUSCANDO A NUESTRAS PROTAGONISTAS











" El actor natural siempre lleva su vida a cuestas"




Victor Gaviria





Comienzo con una cita del importante director colombiano Victor Gaviria, pues su experiencias y sus reflexiones han servido de antedecente para nuestra ópera prima "EL REGRESO". Al ser una historia protagonizada por una niña indígena Wayuu y tener una participación importante de indígenas en roles secundarios, que deben hablar en su idioma por tratarse de un film bilingue (wayuunaiki-castellano), la metodología para realizar nuestro casting se escapa de los parámetros convencionales. ¿Existen actores indígenas profesionales y reconocidos en Venezuela? La respuesta es NO ¿y cómo podrían existir? La participación de indígenas en roles protagónicos dentro de nuestra pantalla grande es casi NULA, y cuando tiene lugar es meramente figurativa, un fondo exótico sin parlamentos ni acciones vitales para la historia.

No sólo la participación de indígenas es un ingrediente fuerte para nuestro trabajo, el peso actoral en niños menores de 15 años en la historia, especialmente el segundo rol protagónico "Bárbara" es la pizca de pimienta definitiva para esta mezcla explosiva de variables exigentes para poner en marcha la logística y la búsqueda de los personajes.

No queremos caer en el error de buscar "mestizos" que parezcan indígenas, no queremos fabricar caricaturas comerciales ni estereotipadas. No podríamos nunca poner a Mimí Lazo -ojo, con todo el respeto a la amiga Mimí- a hacer de mendiga, ni mucho menos a Daniel Alvarado -mis respetos también- a hacer de Wayuu. ¿Corremos el riesgo de perder la taquilla? No lo sé, tal vez. Pero definitivamente nuestra historia debe estar encarnada por personas que lleven de la mano al espectador hacia las emociones, las sensaciones y para esto, las máscaras deben estar a un lado. Soy de las que pienso que si nos ganamos al público, entonces podemos conquistar la taquilla sin usar las retóricas artimañas de la vanidad industrial. La participación de figuras muy reconocidas en la farándula o en la telenovela va en detrimento de nuestro relato que habla de otro imaginario, de otras circunstancias y realidades, y que por ello requerie de voces, pieles y miradas que puedan reflejarlas con intimidad.

Nuestra propuesta es trabajar con "actores naturales" o "no actores" para todos los personajes infantiles e indígenas, y buscar actores profesionales que no estén determinados o etiquetados, "manoseados" por tendencias comerciales para los personajes no indígenas.
Para el trabajo con los "actores naturales" tomamos como antecedente las experiencias de entrenamiento de actores de filmes como CIUDAD DE DIOS, PIXOTE, ESTACIÓN CENTRAL, entre otras. En las que profesionales especializados durante talleres de dos meses de duración aproximada, dirigidos a habitantes de las comunidades o simplemente a personas sin experiencia en el cine. Aplicaban técnicas de entrenamiento físico para la selección de los personajes y la construcción de las escenas. Esta técnica ha dado resultados exitosos, desde el punto de vista comercial, artístico y socio-cultural. Su empleo se ha materializado en cintas con un alto nivel actoral, gracias a un proceso que permite obtener la fuerza necesaria para la narración y al mismo tiempo, trabajar de la mano de las comunidades, conquistando la naturalidad, la veracidad en la mirada, ese "no sé qué" invisible que nos permite identificarnos con el rostro desconocido, que por consecuencia, deja de ser "el otro" y se convierte en "nosotros".
Para la preparación de actores en "EL REGRESO" contaremos con la presencia del reconocido actor y entrenador de actores brasileño CHRISTIAN DUUVORT, el cual ha sido preparador de actores de filmes como CEGUERA, quien en el mes de julio durante la preproducción del largometraje llevará a cabo el taller de preparación para las niñas, niños e indígenas que participarán en el film. La presencia de Chirstian en nuestro proyecto es un logro pues nos permite ir de la mano de especialistas para integrar al colectivo en el trabajo cinematográfico y además alcanzar las metas estéticas y narrativas propuestas en la puesta en escena. Y no hay que dejar de mencionar que la participación de este maravilloso profesional se hace posible gracias al aporte del INSTITUTO BRASIL-VENEZUELA y el CNAC.
Mientras tanto, asumiendo la complejidad de nuestro reto en la realización del casting, hemos decidido formar un EQUIPO GUERRILLA integrado por: Liubiezka Prieto (Jefe de Producción), Sergio Gómez (productor de campo), Gloria Jusayú (Asistente de dirección), Blanca Núñez (Jefe de Casting) , mi persona (directora "todera"), la ayuda incondicional de Karina Flores (asistente de vestuario) y el apoyo comunicacional de Mexi de Donato. El cual desde ya ha comenzado la odisea de buscar a las niñas necesarias para los roles principales "Kai" (personaje wayuu) y Bárbara (personaje no indígena). Nuestra ruta aventurera que se ha venido realizando de la mano de la red intercultural bilingue de escuelas en el Estado Zulia y de sus comunidades y líderes, ha transitado por San Francisco, La Concepción, el Municipio Maracaibo, Barrio el Mamón, Barrio Patria Bolivariana, Aldea Socialista El Laberinto, Municipio Mara, El Moján y la lista sigue abierta para futuros destinos.

Cada visita es un viaje en el que nuestro EQUIPO GUERRILLA se traslada a cada escuela para llevar a cabo una actividad dinámica con las participantes. Nuestro casting no se basa en poses ni en lectura de guión. Trabajamos en función de la asignación de un ejercicio en el cual deben interactuar parejas de niñas y responder a una situación determinada. De esta forma, profundizamos en la capacidad de improvisación y concentración de las candidatas. Por cierto, es importante resaltar que nuestra odisea en la búsqueda de las protagonistas se ha hecho posible gracias al apoyo de MESTIZO PRODUCCIONES cooperativa liderada por el amigo Ionesco Troconis.

Aunque hemos visitado varias escuelas, seguimos en la búsqueda como detectives frenéticos y obsesivos, por eso les extiendo la siguiente invitación para culminar estas líneas:


CASTING PARA NIÑAS
Largometraje zuliano "EL REGRESO"

Fecha: sábado 26 de febrero de 2010
Lugar: Centro de Arte Lía Bermúdez (CAMLB) Sala Audiovisual.
Hora: De 2:00 p.m a 6:00 p.m.

BUSCAMOS NUESTROS DOS PERSONAJES PROTAGÓNICOS


1. PERSONAJE "KAI".
Catacterísticas: Niña Wayuu entre los 11 y los 12 años, que hable el wayuunaiki. SOBRE EL PERSONAJE: Dentro de la historia "El regreso" Kai es una niña que escapa de una masacre paramilitar, donde es testigo de la muerte de varias personas y donde vive el terror de perder su vida. Con la esperanza de que su madre y su abuela sigan con vida, llega como desplazada a la ciudad de Maracaibo donde debe sobrevivir y enfrentar la violencia de la calle y hace todo lo posible por regresar a su tierra. Kai es una niña dulce y llena de fortaleza que debe vencer los obstáculos de la calle.

2. PERSONAJE "BÁRBARA"
Características: niña criolla (no indígena) entre los 11 y los 12 años. SOBRE EL PERSONAJE: Bárbara es una niña de la calle que debe vestirse de varón para no ser abusada por los adultos y adolescentes que la rodean. Es una niña de apariencia ruda y fuerte pues ha aprendido a sobrevivir en la calle tras la muerte de su madre. Su sueño es conocer el mar. Más allá de su apariencia, es una niña dulce con ganas de ser como cualquier otra niña, pero para eso debe sobrevivir y enfrentarse a la violencia que la rodea.



ESTÁN TODOS INVITADOS A PARTICIPAR
SI QUIERES TENER MAYOR INFORMACIÓN PUEDEN COMUNICARSE CON

Liubiezka Prieto liuprieto@gmail.com
Blanca Núñez blanquisisima@gmail.com
















Y después de 20 años: ¡nos toca a nosotros! El Regreso ópera prima zuliana.





Cuando era chiquita recuerdo que mi primer contacto directo con el cine fue en el casting del largometraje JOLYGUD de Augusto Pradelli. Era una gordita de pelo enrollado nada parecida a las esbeltas niñas que suelen aparecer en los filmes comerciales, pero mi mamá me llevó, pues Joligyd era una película maracucha, donde se hablaba de vos, se decía groserías y donde ser gordito era algo normal. Recuerdo que me paré frente a la cámara y las luces, alguien, no recuerdo quién fue, me pidió amablemente que pusiera cara de brava, yo lo intenté varias veces en todas las posiciones que me pidieron: de lado, de frente... pero lo cierto es que estaba muerta de la risa y hasta allí llego mi carrera de Shirley Temple.


¿Quien iba a pensar que aquella sería la última vez que podría ver de cerca la producción de un largometraje zuliano? Y pasaron 20 años luego de aquella proeza liderada por estudiantes de comunicación social, que como dementes se empecinaron en demostrarles al país (especialmente a los caraqueños) que eran capaces de hacer cine a pesar de su poca experiencia y así fue, Jolygud con los voceos y sueños del barrio El Saladillo, nuestro barrio añorado y destruido, se paseó por las salas de cine nacional e internacional, con el aplauso de muchos maracuchos pero también la fuerte crítica de intelectuales.


Si, pasaron 20 años, requerimos de dos décadas para crecer, formarnos, soñar y luchar por la oportunidad de lograr un financiamiento para la producción de un largometraje. Y ojo, con esto no quiero negar otros intentos experimentales que han tenido lugar en la región como por ejemplo :"Al final del día" realizado dentro del laboratorio de cine liderado por Alexis Cadenas. No, mi intención no es desmerecer el trabajo de los demás, pero lo cierto es, que hasta el 2010, no se había financiado una obra de largometraje zuliana. Nuestra producción se ha expresado hasta ahora mayormente en los formatos de cortometrajes y documental, por ende, en la pantalla grande de Venezuela en estos 20 años, los realizadores zulianos no han tenido la oportunidad de narrar sus historias, el 90% de los filmes estrenados son procedentes de la capital, con temas capitalinos, y si por casualidad figuramos lo hacemos sólo como fondo, como locación o como estereotipo a través del voceo mal representado de un caraqueño simulando un estereotipo manoseado, la comiquita de Rafito el maracucho, con pansa y patacón incluidos.


Si, nos costó 20 años romper el mito "Jolygud" ¿cuántos años más nos costará hacer la segunda? ¿Cuántos más pasarán para hacer varias por año? No lo sé, estamos en medio del camino, en plena construcción de la historia. Por ello quiero contarles cómo pudimos llegar a esta nueva oportunidad, cómo nació "El Regreso", pues estoy convencida que si de algo podemos aprender, es de nuestras experiencias.


Ivestigando para mi más reciente documental "Kataa ou-outa (Vivir-Morir)" me topé con la Masacre de Portete (2004). Al principio la información aparecía en testimonios esparcidos por internet. Una histora de terror que hablaba de mutilaciones, de desplazamiento e impunidad. Me asombró que un suceso tan terrible y casi increíble hubiese sucedido tan cerca de nosotros, y que sus víctimas estuvieran en Maracaibo sin que muchos lo supieran. Así comenzó mi obsesión, busqué en los periódicos, entrevisté a varios de los sobrevivientes y hasta introduje un segmento sobre este tema en "Kataa ou-outa", pero nunca estuve satisfecha. Seguí leyendo e ivestigando y supe que tenía que contar esa historia. Por otra parte, la necesidad de denunciar la masacre y sus consecuencias para el pueblo Wayuu, se fue uniendo a otra inquietud: la xenofobia. Para el que no me conoce, físicamente, soy la "anti-suramericana". Tengo la piel casi trasnparente, llena de pecas, los ojos claros y para colmo me apasiona pintarme el cabello de rojo, lo que me convierte físicamente para el resto del mundo (acá en Venezuela y en nuestro continente) en una gringa (extranjera). A pesar de la llamada globalización y la lucha por el diálogo intercultural, la piel no es sólo superficie, sigue siendo un vínculo de identidad cultural. En mis recorridos por la Guajira y otras latitudes fuera de la ciudad, mi piel ha sido en primeras impresiones motivo de rechazo, "allá viene la gringa" es decir, "la otra", "la diferente", "la que no conoce", "en la que no podemos confiar". De la misma forma todo indígena que penetre un espacio dominado por los no indígenas va a ser señalado igualmente como "otro", "indio", "el que no sabe". Es un proceso recíproco de "prejuicio" y "exclusión". La xenofobia está más viva que nunca en nuestra sociedad, late en todos los entornos del blanco criollo hacia los negros, hacia los indios y viceversa. ¿Por qué me ves como gringa si soy igual que tú? ¿Es que la piel y los rasgos nos definen? ¿Es que las culturas son tan diferentes para separarnos?


Y bueno de toda esa analogía nace mi historia "El Regreso" y la sinopsis dice así:


“El Regreso” narra la historia contemporánea de la niña indígena Wayuu KAI (10) cuyo pueblo de “Bahía de Portete” (Alta Guajira, Colombia) es arrasado y quemado por paramilitares, los cuales unidos a miembros de mafias indígenas asesinan a los aldeanos, especialmente a las mujeres: niñas, ancianas y jóvenes con el propósito de dominar el territorio y humillar a los hombres de la comunidad, quienes los han denunciado ante las autoridades. Son desplazados más de 320 indígenas, muchos se esconden atemorizados por temor a la cacería de los paramilitares y sus cómplices indígenas, en Maracaibo, Estado Zulia. Venezuela. Kai vivencia el terror y logra huir, sola. Mantiene la esperanza de que su madre y su abuela hayan podido escapar al igual que ella. Deambula por el desierto, en el que casi muere de inanición y es rescatada por militares venezolanos, de los cuales escapa por temor a las armas. En la ciudad de Maracaibo Yajaira no conoce a nadie ni tiene nada, no habla el castellano, sólo su lengua materna el “wayuunaiki”. Como desplazada enfrenta situaciones de violencia de la mano de indígenas y no indígenas, por lo que no confía en nadie y comienza su reto de sobrevivir en el universo callejero. Allí, conoce a BÁRBARA (12) una jovencita no indígena, sobreviviente, acostumbrada a lidiar con la violencia como forma de vida. El encuentro de Yajaira y Bárbara, al principio gobernado por el rechazo y el contraste, poco a poco, sin que ellas lo quieran ni lo busquen, se va transformando en una amistad. La vida las une inesperadamente más allá de sus diferencias: Yajaira wayuu (indígena), Bárbara ali’juna (no indígena), Yajaira habla el “wayuunaiki”, Bárbara el castellano, Yajaira con su ingenuidad, Bárbara con su adultez prematura. Ninguna de las dos se gustan o se aceptan al principio, pero las fronteras desaparecen frente a la realidad que las une: dos niñas enfrentando al mundo, dos niñas que van de la mano buscando sus sueños escondidos en la soledad"


Me costó casi tres años escribir esta historia. Jamás había escrito un largometraje. Y no pude hacerlo sola, me asesoré con especialistas amigos como Laura Antillano, Alex Fleites, Belén Orsino, Frank Baiz Quevedo y Solveig Hoogesteijn. Recuerdo que cuando les mostré el guión estaba segura de que era maduro, de que tenía una buena historia y que estaba a punto de terminar ¡Qué ilusa! ¡Qué arrogante! Desmenusaron todos mis errores, haciéndome entender que debía reescribir y que aun me faltaba mucho camino por recorrer para tener un guión aceptable. Me hicieron sufrir pero mi agradecimiento no tiene límites pues abrieron mis ojos y me dejaron palpar los vacíos en mi historia. En medio de mi delirio de escritura concursé dos veces en las convocatorias del CNAC, la primera vez en la modalidad de desarrollo de guión, resultado: RECHAZADA. La segunda, en la modalidad de desarrollo de proyecto, resultado: RECHAZADA. Desmoralizada, deprimida y tal cual Lupita Ferrer con una daga en el corazón seguí escribiendo escuchando "La llorona" de Chavela Vargas movida por los retazos de ilusión que me quedaban. Por supuesto engordé unos cuantos kilos gracias a los chocolates que me sirvieron de consuelo.


Obtuve una cuarta versión, estaba convencida de que la tercera sería la vencida. Con mi guión debajo del brazo busqué por todas vías un productor ejecutivo que me acompañara en mi nueva meta: MODALIDAD ÓPERA PRIMA. En la lucha por enfrentar el "baremo" terrible modelo de evaluación asesino de realizadores emergentes, saqué una calculadora y comencé a asociar nombres con puntos: este fotógrafo vale 5, aquel sonidista cuesta 4, necesito 5 más para completar por aquí, 3 para completar por allá... Y yo cuesto tanto... Si estoy un poco falla relleno por acá con la coproducción... No es secreto para nosotros los opera primistas y mucho más para aquellos provenientes de las regiones, que no hemos estado en cientos de comerciales ni series de TV (porque casi todas se hacen en Caracas), que no pertenecemos ni participamos en el núcleo privilegiado de producción cinematográfica del país (porque reside en Caracas), que para tener un chance en la convocatoria, aunque nuestro guión sea bueno (o creamos que sea bueno), aunque tengamos premios, necesitamos acompañar nuestro proyecto de productoras y personal que sumen bastantes puntos, pues la pelea es a cuchillo y el cine regional no cuenta con los filos más prominentes.


Estuve un año comiéndome las uñas, teniendo pesadillas, llamando por teléfono para ver si alguien sabía algo. Le puse velas a San Benito, prendí inciensos, hice Yoga, intenté comunicarme telepáticamente con los jurados hasta intenté hipnotizarlos en la distancia. Hasta que llegó la noticia: "El Regreso" seleccionado en segundo lugar dentro de la lista de las óperas primas de la convocatoria 2010. ¡Vergación! Lloramos, nos abrazamos, nos lanzamos en el piso y dimos vueltas. Y cuando digo "nos" hablo de todos aquellos que hemos trabajado durante estos años en cortometrajes y documentales, con dinero y sin dinero, con errores y aciertos, con premios y críticas, los que hemos soñado hasta hoy con sentarnos en un cine y ver una película con nuestro sudor, con nuestras manos, "made in Zulia" , nosotros los que hoy estamos también temblando en una mezcla de ansiedad y temor, porque estamos pariendo 20 años después, una película maracucha "El Regreso".


¿Nos quedará bien? ¿Nos quedará más o menos? ¿Nos quedará mal?

Estamos en pleno trabajo: aun reescribiendo, mejorando la historia minuto a minuto, buscando las protagonistas, soñando con las locaciones, armando la estrategia del equipo, estamos minuto a minuto dando lo mejor de nosotros para hacer la mejor película que podamos hacer, nuestra película. De allí la idea de escribir en este blog, semana a semana les contaré las vivencias de la preproducción, de este proceso demencial y maravilloso en el que nos encontramos, porque ustedes también forma parte de este equipo, ustedes nuestro público son lo más importante.


Patricia Ortega.